El Cabildo de Gran Canaria ha abierto la licitación para que los pastores de Gran Canaria que deseen participar en la prevención de incendios forestales puedan solicitarlo en los próximos días y realizar así, a lo largo del año, un servicio ambiental por el que recibirán una remuneración en función de las hectáreas de vegetación consumidas y la importancia estratégica de la zona pastoreada.
Se trata del proyecto Gran Canaria Pastorea, impulsado por el Servicio de Medio Ambiente del Cabildo para reducir la carga de vegetación mediante el uso retribuido de ganado pastoreado, una medida de gestión del territorio integrada en la estrategia Gran Canaria Mosaico con la que se pretende preparar la isla ante el embate de los grandes incendios forestales.
En la convocatoria de este año, tramitada por Gesplan por encargo del Cabildo, se ofertan en total 55 zonas estratégicas que suponen 2.500 hectáreas de superficie para la acción de estas ovejas y cabras ‘bombero’, “que contribuirán con su trabajo a reducir el exceso de vegetación, como la de los cañaverales que se extienden por los cauces de los barrancos”, tal y como explicó el consejero de Medio Ambiente, Clima, Energía y Conocimiento, Raúl García Brink.
En la convocatoria de 2023 se ofertaron 57 lotes, por una superficie disponible de 2.082 hectáreas, por un importe de 118.098,97 euros. Para la convocatoria de 2024, por tanto, se ha aumentado en 400 hectáreas la superficie insular susceptible de ser pastoreada.
En el año 2022, 35 pastores participaron en el proyecto Gran Canaria Pastorea, con un total de 46 lotes o zonas de pastoreo adjudicadas, lo que supuso una superficie de 1.723 hectáreas.
Tras dos años de poner en práctica el pago a pastores por servicios ambientales, esta colaboración público-privada -pionera en Canarias- sirve de referencia en otras islas con problemas similares frente a los incendios.
Así, se adjudican las autorizaciones de pastoreo mediante concurrencia pública, de manera que a quien obtenga más puntos se le facilita la autorización para pastorear en esa superficie, siempre en zonas predeterminadas de montes y barrancos de titularidad pública.
El sistema de pago tiene en cuenta la densidad y tipo de vegetación, o si se trata de una zona preferente estratégica, el grado de cumplimiento antes de la época de incendios o la superficie total pastoreada, entre otras variables.
De esta manera, un pastoreo con una vegetación de pastizal y en lugar no estratégico tendrá un pago de 40 euros por hectárea pastoreada, frente al pastoreo por cauce de barranco, con la eliminación de cañaveral en zonas estratégicas, cuyo pago alcanza los 180 euros por hectárea.
El pago por pastorear para prevenir incendios supone un paso más en la colaboración entre el Cabildo y los pastores de la isla, que llevan años trabajando para gestionar el territorio de manera conjunta. Para que el pastoreo sea una actividad controlada, donde se tienen en cuenta las cargas ganaderas y las especies protegidas, las cabras y ovejas disponen además de collares GPS facilitados por el Cabildo. Estos dispositivos permiten localizar los ganados en tiempo real y cuantificar la intensidad del pastoreo, para evitar así los posibles efectos negativos del sobrepastoreo y la compatibilidad de la actividad con los espacios naturales protegidos.
Este año, además, el Cabildo instalará dos casetas que servirán como refugio nocturno a los pastores trashumantes que no tienen lugar donde pernoctar en los meses que realizan esta importante labor de prevención en la zona de Cumbres.
El servicio de mantenimiento de las áreas de baja carga mediante pastoreo para la prevención de grandes incendios forestales en la isla de Gran Canaria, ‘Gran Canaria Pastorea’, tiene un presupuesto anual de 120.300 euros.